
El verano es siempre tiempo para la aventura aunque uno no se mueva de casa, es más, a veces la falta de aventura fuerza
el ingenio para embarcarse en alguna aunque sea mediante la imaginación.
Fruto de esa necesidad de plena aventura es la figura que os presento a la cual he llamado (mejor dicho, apellidado) Cuéllar,
un capitán de barco de La Armada Invencible que sobrevivió a un tremendo naufragio en la costa de Irlanda cuyas andanzas
y aventuras durante un año por la isla forman parte de la historia de aquel país amigo y de la nuestra.
Quería el nombre de un héroe anónimo (cuya historia algún día les contaré en detalle) para el personaje a modo de homenaje.
Este Cuéllar de hoy en día es una especie de investigador de la arqueología cuyos conocimientos en la materia es requerida en
ocasiones tanto por coleccionistas privados como instituciones publicas para recuperar piezas robadas ó desentrañar misterios.
Mi intención es hacer historias relativas al tema, así que tómenselo en serio.

Desde el primer instante del proyecto tuve claro que sería un Geyperman el protagonista pese a tener un gran elenco de actores
disponibles para el personaje peeeero, ¿acaso alguien más aventurero que un Geyperman...?
Eso si, solo la cabeza, el body es un bbi G3.5, similar de aspecto al Geyperman pero con más articulaciones y con la opción
de los múltiples accesorios disponibles más modernos que ofrece hoy en día la escala 1/6.
El resto de accesorios es un popurrí de fabricantes que ni yo mismo soy capaz de enumerar ahora mismo pues para la presentación
de Cuéllar he decidido cargarlo al máximo echando mano de todo lo que he podido y se me ha ocurrido.
Para la sesión de fotos he querido innovar en mi estilo de presentación y por primera vez presento una figura en exteriores ya
que el personaje creo que lo requiere, así que después de elegir un apacible rincón hice las fotos.
Debo confesar que me ha resultado más difícil de lo que pensaba y no por la ausencia de trípode sino por las moscas, avispas y
otros insectos del lugar, por las chinas clavadas en las rodillas y por el recorrido del sol que dejaba escaso tiempo para la sesión.
Y sin más preámbulos ni parrafadas les dejo con Cuéllar, investigador de la arqueología.







